El Red Bull Ring se adapta a las demandas de seguridad de la Fórmula 1 y MotoGP
El Red Bull Ring, sede del Gran Premio de Austria en el mundial de MotoGP, se enfrenta a una vez más a modificaciones en su diseño tras el reciente escándalo en la Fórmula 1. La controversia en torno a los límites de pista durante el Gran Premio de Austria de Fórmula 1 ha llevado a la FIA a solicitar cambios en el circuito, y parece que MotoGP está de acuerdo con esta decisión.
El circuito ha recibido la petición de la FIA de instalar grava en las escapatorias de las últimas curvas, específicamente las curvas 9 y 10. De esta manera, en lugar de pisar el área verde, los pilotos se enfrentarán a límites de pista definidos por la presencia de grava. Esta medida es de gran relevancia, considerando que también se celebran carreras de MotoGP en este circuito.
Según informes, la FIA ha consultado a los organizadores de MotoGP y su respuesta ha sido positiva, accediendo a la instalación de grava en las escapatorias. Ahora, la incógnita reside en si la colocación de la grava estará lista para el próximo Gran Premio de Austria de MotoGP dentro de un mes y medio, o si su implementación se pospondrá hasta el próximo año.
El debate entre el uso de asfalto o grava en las escapatorias siempre ha sido polémico entre los pilotos de motos. Algunos defienden las escapatorias de asfalto como medida de seguridad, mientras que otros argumentan que la grava puede ser más efectiva. Recientemente, Aleix Espargaró respaldó las escapatorias de asfalto como una medida de seguridad solicitada por los pilotos. Sin embargo, el accidente de Carlos Tatay en Portimao demostró que estas escapatorias no son infalibles.
Es importante recordar que el Red Bull Ring ya sufrió modificaciones importantes el año pasado en aras de la seguridad para las motos, incluyendo la instalación de una chicane en la recta más larga del circuito. Sin embargo, la Fórmula 1 no utiliza esta chicane y sigue el recorrido original del Red Bull Ring.
En resumen, la polémica entre el uso de grava y asfalto en los circuitos compartidos por coches y motos continúa generando debate y planteando desafíos en busca de un equilibrio óptimo en términos de seguridad para ambos deportes.
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